IA para abogados

En el panorama legal mexicano, la adopción de nuevas tecnologías ha ido en aumento. Dentro de estas tecnologías, la Inteligencia Artificial (IA) se ha convertido en una herramienta prometedora para optimizar tareas, agilizar procesos y ofrecer servicios legales más eficientes. Sin embargo, la reciente sanción impuesta en 2023 al abogado estadounidense Steven Swarts sirve como un recordatorio de la relevancia de entender no sólo las fortalezas, sino también las limitaciones de los modelos de IA basados en Large Language Models (LLM).

El caso de Swarts destaca un error que cada vez cobra más importancia en la práctica jurídica: la presentación de ejemplos de resoluciones judiciales “inventadas” o “alucinadas” por parte de un LLM. Esto ocurrió cuando el abogado, en un juicio de demanda contra la aerolínea Avianca, confió de forma excesiva en la información generada por una IA y presentó referencias a jurisprudencias y resoluciones inexistentes. El incidente demostró que, si bien la IA puede ser de enorme utilidad, también es capaz de incurrir en errores que el abogado o abogada debe identificar y corregir. Por ello, la revisión humana sigue siendo esencial para corroborar la veracidad de la información que provee la tecnología.

Esta anécdota pone en evidencia la gran lección que deben aprender los profesionales del derecho en México y en todo el mundo: es fundamental conocer las capacidades y limitaciones de la IA para aplicar correctamente su uso en tareas jurídicas. Los LLM pueden procesar grandes cantidades de información y ofrecer sugerencias útiles para la construcción de argumentos, la redacción de documentos legales o la revisión de expedientes. Sin embargo, carecen de la comprensión profunda y el criterio que solo la inteligencia humana puede aportar. La toma de decisiones en el ámbito legal implica no solo la interpretación de textos, sino también la aplicación de la lógica y la experiencia jurídica para determinar la relevancia y exactitud de la información presentada.

En la actualidad, la IA puede ayudar a los abogados y despachos jurídicos a analizar leyes, reformas, jurisprudencias y expedientes de manera más rápida y eficiente. Por ejemplo, un sistema de IA puede filtrar enormes volúmenes de datos, identificar patrones y resumir la información principal en cuestión de segundos. Esto se traduce en un ahorro de tiempo significativo y en la posibilidad de enfocarse en labores más especializadas, como la estrategia legal y la interacción con clientes. Asimismo, la IA puede mejorar la redacción de documentos legales y ayudar a construir argumentaciones sólidas, facilitando al equipo jurídico la preparación de casos y la atención de asuntos complejos.

No obstante, es evidente que los despachos y profesionales que no se adapten a la nueva realidad tecnológica se quedarán en desventaja. La IA se perfila como un aliado estratégico para potenciar la productividad y la competitividad, siempre y cuando se integre de manera responsable y con la debida supervisión humana. Por lo tanto, la capacitación constante y la adopción de una cultura de innovación resultan indispensables para que los abogados y despachos jurídicos mexicanos aprovechen al máximo las ventajas de la Inteligencia Artificial, sin poner en riesgo la calidad de su trabajo ni la integridad de sus procesos legales.

Otras publicaciones

Article image
Futuro

Inteligencia Artificial y educación

Article image
Empresas

Inteligencia Artificial para negocios